1967 fue un año turbulento para Van Morrison. Tras establecerse en solitario después de dejar la banda Them y trasladarse a Nueva York, firmó apresuradamente un contrato con Bang Records y empezó a trabajar en la grabación de éxitos como «Brown Eyed Girl». Al principio, las cosas fueron bien. Trabajar con Bert Berns, el legendario compositor y productor responsable de éxitos como «Twist and Shout» y «Hang on Sloopy», parecía una gran oportunidad. Por desgracia, Van no comprendía hasta qué punto había cedido a Bert el control financiero y creativo. Sin consultarlo con Van, Bert publicó las canciones originalmente sacadas como sencillos en forma de álbum, Blowin' Your Mind!. Para echar sal en la herida, Van no recibió ningún pago por las canciones publicadas. Enfadado y defraudado, el artista intentó romper el contrato y fichar por Warner Brothers para su siguiente álbum de estudio, el emblemático Astral Weeks.
Se dice que Van se enteró del lanzamiento de Blowin' Your Mind! cuando un amigo se encontró con una copia en una tienda de discos.
Sin embargo, abandonar Bang Records no resultaría tan sencillo. Bert murió pocos meses después, lo que puso fin a sus disputas creativas, pero no a las legales: el contrato seguía vigente. La viuda de Bert, Ilene Berns, que se había puesto al frente de Bang, insistió en que Van debía cumplir su contrato y grabar las canciones estipuladas antes de poder grabar Astral Weeks o actuar siquiera en directo. Pero, como Ilene pronto descubriría, a veces hay que tener cuidado con lo que se desea.
Van cumplió su parte, pero lo hizo dando un nuevo significado al concepto de «álbum por obligación contractual». Las 31 canciones, grabadas en lo que seguramente fuera una sola tarde, todas ellas obviamente improvisadas y a primera toma, se van volviendo cada vez más disparatadas a lo largo de la media hora aproximada que dura el álbum. Algunas, como «Twist and Shake» y «Hang on Groovy», están claramente basadas en algunos de los éxitos de Bert. Otras, como «Want a Danish» y «Ring Worm» [en la que se narra la mala noticia de un diagnóstico, y que hace referencia a la aún más tétrica «T.B. Sheets» al señalar «you could have had something worse» («podrías haber tenido algo aún peor»)], usan como letra lo que se le pasara por la cabeza en ese momento. Alguna, como «The Big Royalty Check», son ataques más definidos contra Bert e Ilene. Cabe preguntarse si alguien llegó a escuchar «Freaky If You Got This Far» («Si has llegado hasta aquí, eres muy raro»). Las cintas no vieron la luz del sol hasta que se masterizaron y publicaron en la década de 1990.
Aunque estas pistas nunca se concibieron para ser estudiadas como los mayores logros musicales de Van, nos permiten vislumbrar su proceso creativo y muestran cómo suena lo primero que se le viene por la cabeza. Algunas de ellas, como la imitación del estilo aparentemente maníaco de producción de Bert en «Thirty Two», casi parecen una performance. Otras, como «Savoy Hollywood», contienen ideas musicales que suenan bastante a algunos de sus primeros sencillos y ofrecen una importante lección sobre improvisación: incluso cuando un músico es espontáneo, recurre a una biblioteca de ideas que se crea tras años escuchando y tocando música. Si te cuesta componer y crees que te faltan ideas, recuerda que Van Morrison se sacó 31 canciones de (digamos) el sombrero una tarde a partir de ideas musicales que ya había empleado en otras partes, así que crea tu propia biblioteca de ideas y ponte a trabajar.
Margaret Jones es multinstrumentista, compositora y profesora de música. Vive en Oakland (California). Toca la guitarra en varias bandas locales, incluido el proyecto con sus propias canciones M Jones and the Melee. También tiene un doctorado en Historia de la Música por la UC Berkeley y ha impartido clases en el San Francisco Conservatory of Music.
Moondance, por Sahlgoode, se utiliza con licencia CC BY-SA 2.0.
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