12.July.2021

Análisis: «Use Me», de Bill Withers

¿Qué te hace querer escuchar las mismas canciones una y otra vez? Puede ser un riff pegadizo de guitarra o bajo, un estribillo que te gusta cantar o un ritmo que te hace moverte. Sin embargo, la mayoría de las veces no hay un único elemento concreto, sino que es la forma en que todo se combina. O dicho de otro modo, cuando el todo es mayor que la suma de las partes. Y eso es algo de lo que el clásico cantante y compositor de R&B Bill Withers sabe bastante, sin duda.

A comienzos de la década de 1970, Withers lanzaba un éxito detrás de otro, y los sencillos «Lean On Me» y «Use Me», de su segundo álbum, Still Bill, llegaron a lo más alto de las listas. Esta última canción, que alcanzó el número dos en el Billboard Hot 100, combina con maestría elementos del soul, el funk y el blues con un ritmo reposado. «Use Me» es inusual en el sentido de que carece de estribillo o de una letra que se repite: en esencia, todos los instrumentos tocan el mismo riff desde el principio hasta el final. A las canciones de funk les sienta bien la repetición. «Use Me» no es exactamente una canción de baile, pero su ritmo constante la hace más que adecuada para una lista de reproducción de música dance.


Escucha la salida de los instrumentos en 1:52.

Este éxito de blues-funk de 1972 puede tener solo dos acordes de guitarra, Em7 y A7, pero la parte más llamativa es el riff de clavinet (un instrumento que también tiene una gran presencia en la canción «Superstition» de Stevie Wonder, lanzada el mismo año), que se repite desde el comienzo hasta el fundido final. Es un bucle funky y sincopado, esa parte de la canción que puedes tararear y que, por tanto, se te queda en la cabeza. El riff de bajo, igualmente repetitivo, complementa el clavinet a la perfección, además de ceñirse a la batería.

Por encima de todo, la repetición de los instrumentos cumple una función fundamental: pone la voz bajo los focos y enfatiza la historia que cuenta. Se narra en tres estrofas diferentes que no se repiten, salvo por el título de la canción, en diversos contextos. Describe a alguien maltratado, pero que no huye de la relación porque está enganchado al maltrato («It feels this good getting used» / «Qué bien sienta que te utilicen»). Hay incluso un momento en que la guitarra, el bajo y el clavinet dejan de tocar, en 1:52, con lo que la expresividad de la voz y la letra destacan aún más. El tema, bastante oscuro (sigue siendo una canción de blues), termina con un giro cuando el narrador admite que ambos se utilizan mutuamente en esa relación: «It ain't too bad the way you're using me, 'cause I sure am using you to do the things you do» («No está tan mal el modo en que me utilizas, ya que yo te utilizo a ti para que hagas las cosas que haces»).

El éxito de «Use Me» demuestra que una canción puede llegar a lo alto de las listas sin seguir el formato estándar de estrofa-estribillo-estrofa-estribillo. Un riff en bucle bien colocado, superpuesto a otros elementos que van evolucionando, puede llegar a componer una canción magnética e inolvidable.

Leila Abdul-Rauf es multiinstrumentista y compositora. Vive en Oakland (California). Leila es guitarrista y vocalista de los grupos de metal Vastum y Hammers of Misfortune, y de la banda de post-punk etéreo Terebellum. También compone y produce música ambient con su propio nombre, con el trío electrónico Ionophore y con el dúo de synth-folk Fyrhtu. Ha hecho giras internacionales y en su tiempo libre imparte clases privadas de guitarra y voz.

«Bill Withers 1976», por Columbia Records, es de dominio público.

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